Esta trampa se monta en tan solo unos minutos, y su diseño permite que cuando tus hijos hayan capturado los insectos los puedan volver a dejar en libertad.
Qué necesitas:
- Una pala de jardín
- Una lata de judías vacía sin uno de los extremos y limada para evitar los bordes afilados
- Cuatro piedras o canicas
- Un azulejo o losa
Qué hay que hacer:
- Cava un agujero del tamaño de la lata vacía, de manera que esta no tenga huecos alrededor y que el borde quede al nivel del suelo.
- Coloca las cuatro piedras o canicas pequeñas en el suelo, fuera de la lata, a unos 3 o 4 centímetros del borde.
- Pon el azulejo o la pizarra encima de las piedras para proteger la trampa de la lluvia, lo que creará una zona húmeda y oscura perfecta para atraer bichos que paseen por la noche.
- Pasadas 24 horas, vuelve y observa algunas de las criaturas que han visitado tu jardín por la noche.
Apunta qué bichos son y ¡comprueba varias veces durante la semana para ver cuántos han capturado tus hijos antes de volver a dejar a sus pequeños amigos en libertad!